miércoles, 16 de diciembre de 2015

ADIÓS, PRESIDENTE, ADIÓS



No le tembló el pulso.

Otras veces lo hubo hecho por encargo pero eran víctimas de menor importancia, pobre gente, algún sindicalista sin escrúpulos o políticos rurales a los que nadie echaría de menos. Pero esta vez fue por placer, por el placer de hacer lo que a uno le dictan sus entrañas. Esta vez su crudeza afectaría a lo más alto y los informativos de medio mundo abrirían con la noticia.


Había dormido a pierna suelta, se hubo levantado temprano, desayunó tranquilo, se puso su mejor traje y, tras ajustarse la corbata, salió a la calle y se dirigió a su cita. A los pocos pasos se detuvo y comprobó, palpando con su mano sobre la chaqueta, que llevaba todo lo necesario para dar el golpe. Se puso las gafas de sol y con el gesto serio siguió su camino. Al llegar, el policía de la puerta le dio los buenos días. Él no respondió, sólo tenía una cosa en su cabeza y nada ni nadie iba a impedir que la cumpliera. Sabía que una vez hubiera entrado en esa sala ya no habría vuelta atrás. Seguro de sí mismo siguió hasta el final, el plan transcurría según lo previsto. Tenía la oportunidad de terminar con el Presidente de aquel gris gobierno con sus propias manos. Cuando llegó frente a la mesa alguien le miró, pero él, sin haberse quitado las gafas de sol, ocultó su mano bajo la chaqueta y rápidamente y en silencio cumplió su cometido. Después dio media vuelta y salió de allí sin levantar sospecha y sin volverse a mirar la urna en la que, con sed de justicia, había dejado caer su voto.







domingo, 13 de diciembre de 2015

de "Domingo"

"Cuando entra en la habitación, envuelta en una toalla de baño, mis ojos hacen un esfuerzo casi sobrehumano por abrirse y poder verla en el momento justo en que la tela rizada cae al suelo. Entonces todo su cuerpo queda a merced de mi descentrada vista, todo su esplendor y toda su belleza se me muestran sin nada que los oculte. Desde mi lugar en la cama veo su espalda suave y sus nalgas, levantadas, que le dan a sus formas un toque ciertamente excitante. También puedo ver, gracias al espejo del armario, sus diminutos pechos, colocados en el lugar perfecto, y bajando la mirada encuentro la selva donde convergen todos mis deseos. Me encantaría incorporarme y que mis manos fueran hacia ella pero, sabedor del esfuerzo que hice por abrir mis ojos, intuyo que mover mis noventa kilos, en estos momentos, es algo totalmente imposible..."

sábado, 5 de diciembre de 2015

de "ENCOÑARSE O NO, THIS IS THE QUESTION"

“El verbo encoñar lo uso como sustitutivo de "perder el culo por cumplir todos los deseos de una mujer a la que tener contenta en todo momento y mostrarle admiración y servilismo a la vez que se deja ver un babeo constante e ininterrumpido mientras se le hace saber que nuestro estado de estupidez y nuestra degradación física y moral es debido a ella y a su extrema belleza a la vez que estamos dispuestos a ser pisoteados cuantas veces fuera menester o no lo fuera por uno de sus lindos pies o incluso por los dos calzados con zapato de tacón de aguja fina e hiriente para así ser castigado justamente por nuestros errores y hacerle comprender que sus órdenes son deseos para nosotros y todo por y con el único objetivo de que nos deje tocarle el coño.."

viernes, 4 de diciembre de 2015

de "DOMINGOS"

“Me gustan los domingos de no hacer nada, los domingos de pijama, de manta en el sofá, de tele y lluvia. Los domingos de frío y de dormir a ratos salteados, de soñar contigo, de soñar con ellos, de soñar, y punto. Me gustan los domingos de cocina desastre, de horarios despistados, de nubes pasajeras tras persianas bajadas. Me gustan los domingos, mucho, pero sólo hasta el momento en el que me doy cuenta de que se acerca el lunes…”